Animecream

En algunos momentos de la historia de la humanidad, el mundo espiritual ha estado a punto de salirse de control. En ocasiones especiales, algunos humanos son reclutados para mantener el equilibrio en ambos mundos. De esa forma, el protagonista y sus amigos se ven involucrados en batallas épicas contra seres de otras dimensiones, encarnando uno de los más grandes shonen.

El mahō shōjo que vino a revolucionar y cambiar la forma y la popularidad de este género, donde las protagonistas se debaten entre sus sueños y sus deberes como Sailor Scout llevando a cuestas un pasado de transmigración en medio de drama, romance y alguna que otra escena de acción, un tratamiento muy revolucionario para este tipo de animes.

En pocas palabras este es el perfecto Mahō shōjo, equilibradamente une los elementos de un anime shojo con facciones y recursos mágicos para crear una historia con un valor humano impresionante, con algo de moe, aventura, juego de palabras y transformaciones musicales, en función de las aventuras de la protagonista intermediando dos mundos.

Un futuro distópico donde las posiciones se definen por clases sociales y genéticas, se cuenta una historia de amor ambiguo repleto de sentimientos muy humanos desplegando grandes escenas de acción y ciencia ficción, una de las más grandes obras de Yaoi que se hayan adaptado al anime.

Con su poderoso estilo de animación, acabados caricaturescos muy definidos que raya por momentos con la genialidad, mezclados con grandes efectos audiovisuales, la dinámica de las escenas de acción le daban un realce, muy referente a Getter Robo, con frecuentes características del género pero más enfocado a Tetsujin 28 ya que el robot era controlado remotamente.

Retoma la historia de Macross y la guerra con los Zentradis y una nueva raza llamada Marduk, básicamente la trama es un homenaje a la primera saga de hace 10 años, como novedad la historia ocurre en la tierra, pero el protagonista es un reportero que por azares del destino termina involucrado con un emulador de la raza Marduk, y de paso en medio de la guerra.

La primera impresión con Shin Chan es la animación súper deforme exagerada, se podría definir como horrenda, lo más anti anime estéticamente hablando, el sentido del humor era situacional, ácido y muy irreverente, este anime cumple a cabalidad todas las características para ser considerado un anime clásico del entretenimiento, todavía se sigue transmitiendo en Japón y lleva más de 900 capítulos.

Es una construcción algo mezclada del género mecha que tenía facciones de diferentes subgéneros y esto la hace virtualmente inclasificable. Y por fin después de muchísimas sagas de robots y odiseas espaciales se comienza con el pie derecho en esta década de una forma muy atractiva rompiendo el esquema.